Este es un trabajo en conjunto como parte de un proyecto escolar, nada de lo que aquí se presenta nos pertenece.

7.2 Factores externos


La Nueva España permaneció bajo el control de la Corona por tres siglos. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, ciertos cambios en la estructura social, económica y política de la colonia llevaron a una élite ilustrada de novohispanos a reflexionar acerca de su relación con España. 


Los rostros de autores de estos movimientos externos.
  • En la Nueva España estaba prohibido leer las obras de los enciclopedistas franceses, pues el gobierno las consideraba peligrosas y tenía temor de ser derrocado. Los libros de autores como Rousseau, Voltaire o Montesquieu eran quemados, su entrada a las colonias españolas era muy difícil, pero llegaban algunos de contrabando o introducidos por agentes especiales de Francia y eran leídos por los criollos en reuniones conocidas como círculos literarios que se encargaron de difundir estas ideas. El liberalismo en general, con sus movimientos libertarios establecidos en sociedades secretas, completaron este panorama de inquietudes. En Londres, en 1798, se celebró una gran reunión que estuvo formada por liberales de toda América, que buscaban por lo menos una autonomía de gobierno propio emanado de los criollos y no importado de España.
  • La Revolución Industrial que había triunfado en Inglaterra a fines del siglo XVII imponiendo el sistema maquinista sobre el artesanal y creando, además, una nueva clase social que fue la burguesía capitalista, la cual tuvo que hacer frente a los problemas del proletariado. Las potencias industrializadas tuvieron que competir por los mercados, al luchar por el abastecimiento de las materias primas.
  • La Declaración de Independencia de los Estados Unidos afirmaba entre sus postulados que todos los hombres son iguales y poseen los de la vida, la libertad y la búsqueda del propio bienestar. Estas ideas llegaron a las colonias españolas y se divulgaron entre los criollos.
  • La invasión Napoleónica a España: La Revolución francesa terminó con la llegada de Napoleón Bonaparte al gobierno Francés en 1799 y si bien funda una dictadura militar, el pueblo francés, ya cansado de experimentos políticos y harto de la vilencia revolucionaria, deja a Napoléon transformarce en emperador hacia 1804.